"El Ayer es historia, el mañana es un misterio, sin embargo el hoy es un regalo, por eso se le llama presente". A través de la técnica que presenta Sahaja Yoga podemos alcanzar un estado de equilibrio en el nivel emocional, mental y psicológico. Podemos experimentar este hermoso regalo que es el presente, el ahora.
martes, 19 de mayo de 2009
Sahaja Yoga - Inmenso Amor
Tú eres la Madre Primordial que ha venido para salvar a la humanidad. Nosotros, los Sahaja Yoguis, nos inclinamos ante el inmaculado Deseo de Dios Todopoderoso.
Shri Mataji ha sido el testigo de la abertura del Sahasrara colectivo, el 05 de mayo de 1970 en Bordi (cerca de Bombay - India):
"Es un gran día para nosotros, buscadores, el día en que el último acto Divino se ha realizado, es decir la abertura del último chakra en el gran ser colectivo, el 5 de mayo de 1970.
Es el acontecimiento más grande entre todos los acontecimientos de la búsqueda espiritual del universo. Su presentación ha sido efectuada con un cuidado máximo, una gran presición. Eso excede los límites de la comprensión humana, de saber como las cosa pasan en los cielos. Vuestro destino, unido al amor de Dios, ha permitido este milagro asombroso, sin el cual no hubiese sido posible dar la Realización de Sí Mismo a la multitud. Se podría hacer a personas aisladas, aquí y allá. Pero dar el despertar colectivo "en masa" no hubiese sido posible.
Como sabéis, los tronos de los sietes chakras principales tienen su lugar en el Sahasrara, que está constituído por mil nadis o llamas, cada uno poseyendo dieciseis mil poderes. Cada nadi (canal de energía) se encuentra en relación con un tipo particular de personas, de manera que sus distintas permutaciones y combinaciones permiten velar sobre cada ser humano.
Desde que el Sahasrara fue abierto, toda la atmósfera se llenó de vibraciones extraordinarias de Chaitanya (poder Divino). El cielo resplandeció de una luz excepcional, y todo eso ha bajado sobre la tierra, tal como una lluvia torrencial o una cascada, con una fuerza tal que me ha dejado boquiabierta.
Era tan grandioso y tan imprevisto que me dejó atolondrada. Y me he quedado allá, en el silencio total, contemplando este esplandor. Vi a la Kundalini Primordial levantarse, tal como una enorme hoguera, un fuego abrasador en el silencio más completo, como cuando un metal pasa por todos los colores cuando es colocado en el fuego.
La Kundalini se parecía a un crisol de fusión. Y Ella se desplegó en el espacio como un telescopio. Cada parte fluyendo de un solo golpe separado del precedente. Y las Deidades han venido a tomar lugar sobre sus tronos, tronos de oro. Y Ellos han levantado la parte superior de éstos, y la han abierto como una cúpula. Entonces una lluvia torrencial me ha inundado completamente. He asistido a todo esto y me he llenado de alegría, tal como un artista ante su obra. Y me he sentido invadida por la dilatación de una plenitud infinita...
El Sahasrara es la parte más bella de vuestro ser. Es un gran loto, cuyos mil pétalos multicolores aparecen como llamas. Y numerosos son los que lo han visto. Pero contemplar el surgir de esta lluvia torrencial, era como si las llamas se transformaban en fuente, fuente de luz, fuente de perfume: imagínese una flor que difundiera alrededor de ella su color y su perfume.
Existe muy poca literatura sobre el Sahasrara, porque lo poco que los humanos han visto, lo han visto afuera. No les era posible comprender desde el interior. Y aunque se logre alcanzar el corazón en el Sahasrara, si éste no se encuentra abierto, no se puede contemplar la belleza: cuando se encuentra cerrado, solo se lo atraviesa por una apertura minúscula. Imagínese que uno está sentado en el corazón de una enorme flor de loto con mil pétalos perfumados, con la corola cambiante de colores, irradiando la beatitud de la alegría. Quedarse en este estado es un éxtasis.
Pero, después del silencio, viene el momento en que uno desborda de compasión y de amor, y en donde uno se siente atraído por todas esas personas que aun no saben lo que es tener los ojos abiertos. Entonces, uno trata de poner su atención sobre el Sahasrara de millones de personas y empieza a percibir los problemas que emanan de ellos.
Y, a pesar de vuestro deseo de abrir el Sahasrara, es una tarea muy dificil, porque la vía de lo Divino hacia el humano debe pasar a través del humano: uno puede tener el poder (de hacerlo), pero debe atravesar al humano (con su aceptación)... He mirado alrededor de mí y he visto a los seres humanos muy ciegos. Y me he quedado silenciosa, con el deseo de descubrir tazas y no piedras para recoger ese néctar".
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